Sensibilidad al sonido

En un mundo ruidoso - las bocinas de los coches sonando, la gente gritando, los teléfonos sonando, las radios sonando al máximo volumen - todos estos sonidos pueden ser molestos, pero para la mayoría de la gente, no son intolerables.

Desafortunadamente, si tú o alguien cercano a ti padece sensibilidad al sonido o hipersensibilidad auditiva, estos sonidos pueden ser tan molestos e incluso, tan perturbadores que es difícil vivir lo que la mayoría de la gente consideraría una vida "normal y corriente”.

Diferentes tipos de sensibilidad al sonido

Hay varios tipos diferentes de sensibilidad al sonido o una disminución de la tolerancia al sonido.

Hiperacusia

Esta es una disminución de la tolerancia para volúmenes que son típicamente bien tolerados por la mayoría de las personas. Una persona con hiperacusia puede experimentar molestias físicas o dolor cuando se expone a sonidos comunes de la vida diaria. El volumen al que el sonido se vuelve incómodo o doloroso puede ser diferente en los inpiduos con hiperacusia.

Misofonía

Es la disminución de la tolerancia a sonidos específicos, independientemente del volumen. La misofonía también se conoce como sensibilidad acústica selectiva. Alguien con misofonía puede experimentar una reacción emocional negativa, como molestias, repugnancia y/o rabia, cuando se expone a sonidos específicos "desencadenantes". Los sonidos desencadenantes suelen estar orientados a la boca (como respirar, masticar, tragar) o son repetitivos (como goteo, chasquidos, golpecitos). 

Fonofobia

Este es un temor de que los volúmenes no dañinos causen molestias/dolor, pérdida de audición y acúfenos o tinnitus. Una persona con fonofobia puede experimentar temor cuando se expone a sonidos cotidianos comunes.

Cómo gestionar la sensibilidad al sonido

La terapia de sonido para la hiperacusia implica una exposición constante a un estímulo que aumenta gradualmente en volumen. Las mejoras en la tolerancia a la sonoridad pueden ocurrir en tan solo unas pocas semanas.

Las causas de la misofonía y la fonofobia son menos conocidas. Se puede recomendar un enfoque de equipo para la gestión. La terapia de sonido ha demostrado ser una opción de tratamiento eficaz para este tipo de sensibilidades, a menudo en combinación con la asesoría cognitivo-conductual.

Las personas con hipersensibilidad al ruido pueden evitar la exposición a los sonidos comunes de la vida diaria o a los sonidos desencadenantes a través de modificaciones en el lifestyle o el uso excesivo de protectores auditivos. Con el tiempo, esto puede empeorar la sensibilidad.

Métodos contra la sensibilidad al sonido

Aunque no existe cura para la sensibilidad al sonido, existen varias técnicas, así como algunas modificaciones en la dieta y en el estilo de vida que pueden ayudar a reducir los síntomas para que no interfieran tan gravemente con la vida diaria. Lo son:

Terapia cognitivo-conductual 

La terapia cognitivo-conductual es una técnica diseñada para reconfigurar el cerebro mediante el uso de psicoterapia intensa dirigida a tratar un problema específico. El especialista te ayudará profundizar en su interior para comprender las emociones específicas que producen ciertos sonidos y así poder controlar la respuesta automática. Con el tiempo, esto ayuda a la desensibilización.

Terapia ocupacional

Este enfoque ayuda al sistema neurológico de una persona a integrar sus sentidos para que pueda procesar la información de manera más apropiada. Por ejemplo, un terapeuta ocupacional puede hacer que una persona hipersensible a ciertos ruidos experimente gradualmente una amplia variedad de ruidos, incluyendo los ofensivos, para ayudar a que tus oídos se acostumbren a ellos y, al final, los expulsen.

Hipnoterapia psicoterapéutica

La hipnoterapia con un hipnoterapeuta certificado puede ayudar a aliviar los síntomas de la misofonía a través del poder probado de la sugestión. Muchas personas han sido capaces de superar con éxito las fobias y las adicciones a través de este método. Un psicólogo puede recomendar mejor a un médico de confianza.

Suplemento de magnesio quelatado

A menudo se ha descubierto que las personas que sufren de sensibilidad al sonido tienen una sobreabundancia de un neurotransmisor llamado glutamato. Los estudios clínicos han planteado la hipótesis de que durante los períodos de estrés, las dinorfinas endógenas se liberan en la región sináptica detrás de las células ciliadas internas.

Evitar los productos químicos neurotóxicos

Múltiples estudios de investigación han demostrado que ciertos aditivos alimentarios y productos químicos domésticos pueden desencadenar o exacerbar afecciones neurológicas. Muchos con autismo y TDA/H han encontrado un gran alivio al eliminar estos químicos de su dieta y de su entorno inmediato. Evitar el glutamato monosódico, los colorantes alimentarios, el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, el gluten, el aspartamo, el BHT y el BHA en los alimentos y los parabenos, los ftalatos, el BPA, el formaldehído y la dioxina en los productos químicos de uso doméstico puede ayudar a aliviar la sensibilidad neurológica.

En los próximos posts abordaremos cada tipo de sensibilidad al sonido en detalle. Mientras tanto, puedes pedir una cita con nuestros especialistas para revisar su nivel de audición.

Reserva tu cita para que valoremos tu audición

Si todavía no sabes el audífono que más se ajusta a tu perfil,

te realizaremos un estudio auditivo gratuito para poder recomendarte la mejor solución.

¿Tienes dudas? Llámanos al 93 317 65 50 y te escucharemos encantados.

PEDIR CITA