La microtia es una malformación congénita en la oreja que aparece durante el primer trimestre de embarazo y sus afectaciones en la audición del niño pueden ser diversas. 

La microtia es una malformación congénita de nacimiento que afecta al pabellón auditivo, comúnmente conocido como oreja, del recién nacido. En estos casos, la oreja queda, físicamente, pequeña, o incluso, en los casos de anotia físicamente es inexistente. Puede afectar a un único lado, microtia unilateral, o a los dos lados, microtia bilateral. 

Dicha malformación puede afectar significativamente en la audición del bebé, aunque no es un efecto sine qua non, ya que la malformación puede no haber afectado al oído interno o medio. 

Tipos de microtia

Basándonos en la clasificación Hunter existen 4 grados de Microtia, según su afectación: 

Grado 1: La oreja es ligeramente más pequeña, pero no afecta al resto de la anatomía y, por lo tanto, no afecta a la audición. 

Grado 2: El pabellón externo se observa como "inacabado" y el canal auditivo es más estrecho de lo normal, lo que podría generar una pérdida auditiva. 

Grado 3: Físicamente el pabellón auricular aparece como un lóbulo y desaparece el canal auditivo. 

Grado 4: En este caso, tanto el pabellón externo, como el oído externo, son inexistentes. Se conoce como anotia

Causas 

Las causas de la microtia todavía son desconocidas. Sin embargo, en el 95% de los casos se ha comprobado que no es hereditaria. Simplemente, se trata de una malformación aleatoria que sucede durante las primeras semanas del embarazo y no se detecta en el ultrasonido prenatal durante las ecografías. 

No obstante, entre las posibles causas detalladas por los especialistas se incluyen:

  • Falta de irrigación sanguínea en ese lado del cráneo, debido a la posición del feto dentro del útero. 
  • Caída en los niveles de oxígeno durante el primer trimestre de embarazo, provocando la interrupción del desarrollo del oído. 
  • En algunos casos se ha asociado al síndrome alcohólico fetal o la toma de determinadas sustancias como talidomina, isotretinoína (Accutane), citrato de clomifeno (Clomid), ácido retinóico o misoprostol durante el primer trimestre de gestación.

Sin embargo, no son factores 100% concluyentes y la realidad es que se trata de una malformación esporádica que afecta al 0.01% de los recién nacidos

Tratamiento

Con un simple examen del bebé tras el parto el médico observará la malformación y procederá a realizarle un TAC que detalle los huesos del oído, así como otras posibles malformaciones de la zona. Con ello, se diagnostica el grado de microtia y posteriormente, un audiólogo realizará las pruebas correspondientes para determinar si existe una pérdida auditiva

En el caso de que exista, el especialista en audiología recomendará a la familia la mejor solución según el grado de pérdida, ya que puede afectar gravemente al desarrollo de capacidades comunicativas. 

La solución auditiva variará según la pérdida entre el uso de audífonos pediátricos o el implante coclear. En el caso que no se encuentre ninguna pérdida, se recomendarán revisiones periódicas. 

Finalmente, a partir de los 4 años se puede recurrir a la reconstrucción de la oreja mediante la cirugía. La reconstrucción no es necesaria, simplemente es una operación estética que muchos niños piden ellos mismos por no verse aceptados estéticamente por la sociedad que les rodea.