En general, hoy en día no ponemos en duda ciertas certezas sobre nuestra salud. Por ejemplo, cuando nuestra vista empieza a fallar, somos totalmente conscientes de este hecho. Nos damos cuenta que vemos con mucha menos claridad, observamos de manera borrosa aquel cartel lejano que antes veíamos sin problemas, se nos juntan las líneas de un libro cuando llevamos un rato leyendo… Cuando los síntomas empiezan a aparecer, sabemos que algo no marcha bien y acabamos por visitar al oftalmólogo o vamos a una óptica para que lo comprueben. Si nos dicen que necesitamos gafas, nos las ponemos sin dudarlo ni un instante. Como sociedad, tenemos interiorizado que debemos cuidar de nuestra vista y, si tenemos algún problema, ponerle remedio. En cambio, debido en parte a la falta de información, mucha gente no actúa de la misma manera ante una pérdida auditiva. Una parte de las personas que necesitan llevar audífonos no son conscientes de ello. En este post, queremos explicarte cómo puedes detectar si estás perdiendo audición.

Síntomas de una pérdida auditiva

Al igual que antes poníamos unos ejemplos sobre la pérdida de visión, en nuestro día a día podemos detectar ciertos indicios de padecer una pérdida auditiva. Los más habituales son los siguientes:

  • Tener la sensación de que el resto de personas murmuran, hablan muy bajito o lo hacen demasiado rápido, teniendo que esforzarte para poder escucharlas o pedir que te hablen más despacio.
  • Oír que te están hablando pero no entender parte del mensaje, incluso teniendo que pedir que te repitan lo dicho o preguntando mucho “¿qué?”. En algunos casos, este fenómeno solo sucede con personas con ciertos tonos de voz (por ejemplo, con las mujeres y los niños). Aun así, es una señal inequívoca de que algo está fallando.
  • Presentar una gran dificultad para seguir la conversación en ambientes ruidosos como, por ejemplo, un restaurante.
  • Poner el volumen de la televisión o la radio muy alto, incluso quejándose tus familiares o amigos.
  • No escuchar habitualmente ciertas señales acústicas como el timbre de la puerta, el tono del teléfono o el pitido del microondas.
  • Dejar de escuchar sonidos propios de la naturaleza como el canto de los pájaros o el repiqueteo de las gotas de lluvia.
  • Presentar dificultad para entender las llamadas telefónicas o tener que taparte el oído contrario al del auricular para poder escuchar.
  • En ciertos casos, puede ser que eleves mucho la voz porque no te escuchas correctamente a ti mismo.

Debes tener en cuenta que la gran mayoría de las pérdidas auditivas se producen de manera escalonada con el paso del tiempo, lo que hace que muchas personas no se den cuenta de estos síntomas al no aparecer de golpe. Si detectas cualquiera de estos síntomas o alguien de tu entorno observa que te están sucediendo, es muy probable que padezcas una pérdida auditiva. En ese caso, deberías visitar a un audiólogo u otorrinolaringólogo para que te realice un estudio lo más completo posible para comprobar cómo está tu audición y buscarle una solución. En la mayoría de casos, los audífonos son una solución satisfactoria.

En Claso, podemos realizarte un estudio completo con el que podemos observar el estado de tu audición y en qué te afecta en tu día a día. De esta manera, podemos concretar cuál es la solución que mejor se adapta a tu caso y qué audífonos se amoldan más a ti. Por otro lado, también puedes realizar nuestro test online que, aunque no es una prueba médica, puede darte una orientación aproximada sobre el estado de tu audición o también puedes contactar con nosotros para asesorarte. Además, si todavía tienes dudas, ten en cuenta que puedes probar nuestros audífonos durante 15 días sin ningún compromiso. En Claso, todo lo hacemos con el objetivo de que vuelvas a disfrutar de los sonidos que te rodean y que no vuelvas a decir ni un “¿qué?” más.