Una de las cosas que más sorprenden a todas las personas que se ponen un audífono por primera vez es que vuelven a oír cosas que llevaban tiempo sin percibir. Probablemente, la lógica te está llevando a pensar que esto es bueno, que cuantas más cosas seamos capaces de oír, mejor. Pero la realidad es que cuando alguien se ha acostumbrado a su pérdida de audición, de repente, oír muchos más sonidos o ruidos puede ser un poco abrumador. Este es el motivo por el cual, al principio, los audífonos se ajustan más o menos al 70% de su capacidad. Y, por esto, también necesitarás un periodo de adaptación a tu nueva audición.

 

En este post te queremos hablar de este momento concreto en el que te tendrás que enfrentar a estos sonidos nuevos. Y ¿de qué sonidos se trata?, te estarás preguntando. Pues, como cada pérdida de audición es en una frecuencia distinta, no existe una fórmula mágica que te diga qué volverás a oír, ni qué sonidos serán los que más te llamen la atención o los que más molestos te resultarán, pero lo que sí que podemos hacer es proporcionarte los casos que se repiten con mayor asiduidad:

 

– Es habitual que las voces cambien, suenen distintas, sobretodo cuando la pérdida es en las frecuencias graves

– También la percepción de la propia voz se altera a veces, lo que puede ser bastante desconcertante los primeros días.

– La música suena diferente cuando llevas audífonos, porque vuelves a oír frecuencias que antes no percibías.

– Es bastante común que llame la atención el canto de los pájaros.

– A veces pasa que vuelves a oír tus propios pasos (o los ajenos), sobre todo los más ruidosos, como los de tacones.

– El tecleo del ordenador también es molesto para algunas personas.

– El viento afecta bastante porque, aunque hoy en día los audífonos llevan reductores de viento, tienes que pensar que es inevitable que el viento se cuele en la propia mecánica del audífono.

 

Estos serán algunos de los nuevos sonidos que habrá en tu vida. Al principio, muchos de ellos serán molestos, como también lo serán otros ruidos como el tránsito o el murmullo de un bar, pero ya verás como con el tiempo serás capaz de disfrutar de tu nueva capacidad de audición. Además, en esta primera fase, con tu audioprotesista podréis ir ajustando los audífonos para minimizar al máximo los ruidos molestos y dejar únicamente los sonidos útiles para la comunicación, que como sabes, es el objetivo final de nuestro trabajo.