¿Cómo son los audífonos infantiles?
Aunque nos gustaría que no fuese así, por razones obvias, la vida a veces nos muestra realidades que preferiríamos no ver. Esto es especialmente cierto cuando los afectados son los niños y niñas pequeños, que no tienen la misma capacidad que los adultos para defenderse. Pero todas las dificultades se pueden combatir e incluso superar, cómo es el tema del que os queremos hablar hoy: el uso de audífonos pediátricos para ayudar a aquellos niños con deficiencias auditivas.
Los audífonos infantiles o pediátricos existen para paliar una de esas realidades desagradables de las que os hablamos al principio de este artículo: se calcula que la deficiencia auditiva afecta cerca del 2% de los niños, y uno de cada 1000 puede llegar a sufrir una pérdida permanente de la audición.
Incluso sin llegar a este extremo, el hecho de no tratar una deficiencia auditiva puede llegar a afectar gravemente la habilidad para hablar y para comprender el lenguaje de un infante. Esta situación acostumbra a venir acompañada de un rendimiento escolar bajo, marginación por parte de sus compañeros, aislamiento social y problemas emocionales.
En muchos de estos casos, la solución pasa por el uso de un audífono infantil. Si bien también es cierto que llevar un audífono puede ser un poco peliagudo para un niño (por ejemplo, a nivel estético, en una edad en que las burlas por las diferencias físicas no son para nada excepcionales), existen en la actualidad una gran variedad de audífonos pediátricos que son estéticamente discretos y fáciles de usar.
Por norma general, los audífonos más adecuados para los pequeños deben tener un seguido de funcionalidades. Por ejemplo, deben tener botones suficientemente grandes para que un niño los utilice, y a su vez tener medidas de seguridad para que no se estropeen, como por ejemplo portapilas/baterías con apertura solo para padres.
Dependiendo de la edad del niño, el audífono deberá ser también especialmente resistente a los golpes. El día a día debe ser lo más normal posible, y eso incluye evidentemente el juego y el ocio. En esas circunstancias, un balonazo o una caída es inevitable, y el audífono debe estar preparado para dichas eventualidades.
Un elemento muy importante es el hecho de que un audífono no se debe submergir, no es usable pues ni en el baño ni en la piscina. A pesar de ello, sí que existen audífonos infantiles con un recubrimiento especial que protege los elementos electrónicos del sudor o de cantidades pequeñas de agua.
Al final, un audífono infantil debe hacer las mismas funciones que un audífono para un adulto, pero facilitando la vida a los pequeños de la casa y asegurar que su vida será lo más normal posible. Con esto en mente, te invitamos a que mires nuestra colección de audífonos pediátricos, y si tienes dudas, contactes con nosotros sin ningún titubeo. En Claso nos tomamos muy en serio tu salud auditiva y la de los tuyos.