¿Sabías que cuando Beethoven estrenó su Novena Sinfonía ya era totalmente sordo? De hecho, tuvo que girarse para ver cómo el público aplaudía y descubrir que el concierto había sido todo un éxito porque era incapaz de escuchar la ovación. Podríamos invitaros a escuchar esta inmortal partitura mientras os contamos que, a día de hoy, los investigadores no se han puesto de acuerdo con el origen del mal de uno de los mejores músicos de la historia. Sin embargo, en la obra Genio y Drama: La Sordera de Beethoven, se lee lo siguiente:

El conducto auditivo externo, sobre todo al nivel del tímpano, estaba engrosado y recubierto de escamas brillantes. La Trompa de Eustaquio estaba muy engrosada, presentando una mucosa edematosa y un poco retraída al nivel de la porción ósea. Adelante de su orificio, en la dirección de las amígdalas, se nota la presencia de pequeñas depresiones cicatrizoides. Los nervios de la cara eran de espesor considerable. Los nervios auditivos, al contrario, adelgazados y desprovistos de la sustancia medular…

La Trompa de Eustaquio es una parte del sistema auditivo. La función que cumple no solo permite oír con claridad, también protege al oído interno de sufrir lesiones. Está estrechamente ligada al aparato respiratorio. Te explicamos qué es y cuál es su función.

La Trompa de Eustaquio es una pieza fundamental dentro del engranaje del oído. Y es así porque este pequeño tubo conecta la garganta con el oído medio. Al estornudar, tragar o bostezar, la Trompa de Eustaquio se abre e impide que se acumule presión de aire y líquido dentro del oído.

También recibe el nombre de tuba o trompa auditiva. En cualquier caso, su objetivo principal es equilibrar las presiones del oído medio para que el tímpano pueda transmitir las ondas sonoras de manera eficaz hasta el nervio acústico. Además, protege sus estructuras ante cualquier cambio.

¿Qué es la Trompa de Eustaquio?

La denominación Trompa de Eustaquio se debe a su forma. Es una prolongación tubular de entre 3,5 y 5 cm semejante a una trompa. El conducto transcurre desde el oído medio hasta la zona de la nasofaringe, donde se une al sistema respiratorio. Para mantener la hidratación y protegerse de agentes nocivos, la trompa tiene cubiertas las paredes internas de una mucosa. Es muy importante que mantenga esa hidratación ya que ha de ser flexible en todo momento, se abre y se cierra en muchas ocasiones a lo largo del día.

¿Cómo funciona la Trompa de Eustaquio?

La Trompa de Eustaquio tiene un sistema de apertura y cierre para cumplir con una función doble. Por un lado protege de la entrada de líquidos y por otro elimina el exceso de presión producida por el aire o por un fluído.

Todo esto ocurre para que el oído medio siempre esté protegido y funcione bien. Si el aire del interior no está bien compensado, los sonidos no se escucharan con claridad. Lo mismo ocurre si hay líquido en el interior del oído, los huesos no se moverán y no habrá vibraciones. Cuando la Trompa de Eustaquio no evacua la presión se genera peligro para el tímpano y una pérdida de audición.

Si la persona siente una presión dentro del oído, a veces con dolor, y los sonidos se oyen amortiguados, es posible que se haya producido esta lesión tan típica. Otros de los síntomas son:

  • Experimentar una sensación de chasquido.
  • Tener un zumbido en los oídos.
  • En los casos más extremos, puede tener problemas para mantener el equilibrio.

¿Qué hay detrás de esta disfunción de la trompa de Eustaquio?

La causa más común se produce cuando la trompa se inflama, acumulándose así líquido. Casi siempre es por un resfriado, gripe, sinusitis o alergias varias. Los niños tienen trompas más cortas y estrechas que las de los adultos por lo que el líquido puede quedar atrapado con mayor facilidad. Además, no podemos olvidar que su sistema inmunológico no está del todo desarrollado. Los fumadores son otro grupo de riesgo porque el tabaco daña los cilios (los pequeños pelos que llevan el moco desde el oído medio hasta la parte posterior de la nariz). Así, es más fácil que se acumule moco en las trompas.

En ocasiones los oídos se taponan al bostezar o al soplar por la nariz. Esto ocurre porque se fuerza la entrada de aire por las trompas y se aumenta la presión en el oído interno. Cuando se tiene resfriado, la mucosidad también tapona el conducto provocando pérdida de audición y dolor, en algunos casos.

Seguro que te interesa saber que los síntomas suelen desaparecer sin tratamiento en la mayoría de casos. De hecho, con ejercicios para abrir los conductos, bostezando o masticando chicle, se consigue aliviar la sensación de presión en el oído. En los casos del bebé, el chupete es un remedio excelente porque que estimula el reflejo de la deglución.

Es muy importante que la Trompa de Eustaquio funcione correctamente para el uso de audífonos. Si se sufren mareos, si se nota continuamente presión en el oído o si se sufre de exceso de mucosidad, es necesario consultar con un especialista. Si vas a elegir audífonos, es importante saber si sufres esta disfunción muy a menudo, para así poder encontrar los más adecuados dentro de nuestra amplia y variada selección.

Ya sabes que no lo hacemos con ningún ánimo de generar alarma ni nada remotamente parecido, sino con la intención de que estés todo lo informado que sea posible de cara a poder identificar estas situaciones, y saber darle la mejor solución posible.

En Claso podemos ayudarte. Acércate a uno de nuestros centros y encontraremos una solución para mejorar tu audición.