Sabemos que los pitidos en los oídos o acúfenos pueden llegar a ser muy molestos, por lo que hoy queremos hablaros de 3 ejercicios muy sencillos para acabar con ellos.

Los acúfenos, también conocidos como tinnitus, son aquellos pitidos agudos que a veces oímos en uno o ambos oídos y que sin embargo, no provienen del sonido exterior. Se trata de una simple percepción auditiva que únicamente puede escuchar la persona que los está padeciendo.

Sabemos que en muchas ocasiones pueden llegar a ser extremadamente molestos, por ello hoy queremos hablaros de una sus principales causas, la contractura cervical.

Las tensiones musculares, tanto en el cuello como en la zona maxilofacial, están directamente relacionadas con episodios de acúfenos. Esto se debe a que dichos músculos están tan cerca del oído que llegan a irradiar el dolor convirtiéndose en estos molestos pitidos.

Por ello, hoy queremos compartir con vosotros 3 ejercicios muy sencillos que terminaran con los acúfenos provocados por tensiones musculares.

3 ejercicios para eliminar los acúfenos

Para realizar estos 3 ejercicios únicamente necesitarás: un espacio donde estar tranquilo sentado en una silla y una pelota de masaje, del tamaño de una pelota de tenis.

Empecemos:

  • Siéntate con la espalda recta en una silla y pon una mano sobre la mandíbula. Deja tu dedo pulgar sobre uno de los costados de la mandíbula y el dedo índice sobre el contrario. Abre la boca lo máximo que puedas y después presiona tu mandíbula durante 2 o 3 minutos.
    Es posible que sientas que los pitidos cambien e incluso se intensifiquen, en un principio esto no debe de preocuparte si el dolor está dentro de un umbral aceptable. Sigue trabajándolo, esto significará que realmente has dado con en el camino correcto.
  • El segundo ejercicio a realizar será masajear la misma zona de la mandíbula presionando una pelota de masaje. Los movimientos deberán de ser tipo espiral y si sientes que un punto en concreto tiene mayor tensión, quédate ahí trabajando. Realiza movimientos circulares alrededor de este punto. De este modo, relajaras la tensión de dichas zonas y por lo tanto, la tensión que posteriormente llega al oído disminuirá.
  • Para el tercer ejercicio te recomendamos sentarte sobre tus rodillas en una esterilla manteniendo la espalda recta. Después dobla tu brazo izquierdo para asegurarte de no mover el hombro y con la mano derecha estira la cabeza hacia el lado contrario. Siente como tu cuello estira y relaja tu musculatura durante 2 o 3 minutos. Después realiza el mismo ejercicio hacia el lado contrario.

Si tras varios días relajando tu musculatura sientes que los pitidos persisten, o incluso se intensifican, te recomendamos visitar un especialista en audiología. De este modo, conocerás si los pitidos conllevan una pérdida auditiva y, si es así, el grado en que se encuentra.