¿Cómo comunicarme con mi bebé con problemas de audición?
Cada año nacen en España 2.500 bebés con alguna discapacidad en la audición. La precocidad en el diagnóstico es clave para encontrar la mejor solución tecnológica para el pequeño pero, en ningún momento, debemos dejar de lado la comunicación. Y es que también necesita aprender a comunicarse con los demás, para contribuir en su desarrollo intelectual y social.
Antes de nada, déjanos decirte que entendemos tus dudas y que si algo queremos es despejarlas para que estés tranquilo. Es normal que quieras hacerlo lo mejor posible y nosotros ya sabemos que lo harás. Hoy queremos compartir contigo algunas recomendaciones para la estimulación auditivo-verbal con tu pequeño. Es una nueva etapa, que supone un reto tanto para el bebé como para los papás pero, si se lleva a cabo de una forma natural, se notarán los resultados.
En algunos casos, hay que esperar unos meses para estrenar audífonos y otras soluciones como el implante coclear así como para aprender la lengua de signos pero, mientras tanto, se puede comenzar una estimulación auditivo-verbal sin lengua de signos para mantener la comunicación.
- Lo más expresivos posible: así nos mostraremos con ellos a través de los gestos, de las sonrisas o con la mirada que, como veremos enseguida, es fundamental en su desarrollo. Los niños y niñas con pérdidas auditivas reciben información de su entorno a través de lo que ven. Si vas a sonreír, asegúrate de que será la sonrisa más grande del mundo. Y si estás disfrutando del momento del baño, refleja lo feliz que es para ti compartir este ratito. Así, también podrá percibir las emociones.
- Vocaliza: puede parecer que no es necesario si el pequeño ya lleva audífonos pero no hay que olvidar que un niño deberá aprender a escuchar. Vocalizando correctamente le estaremos ayudando a descifrar hasta el sonido más pequeño.
- Practica la alternancia de la mirada: es recomendable no contarle algo mientras mira otra cosa y te vamos a poner un ejemplo. Supongamos que le enseñas un peluche. Deja que disfrute de este momento y que descubra qué es. Simplemente espera a que termine de mirarlo para contarle más sobre este nuevo amigo que a partir de ahora dormirá con él. Y así en cualquier situación, para que le llegue el mensaje completo.
- Contacto físico visual: ya sea para llamar la atención de tu pequeño o para mantener la comunicación. Tocándole el hombro, el brazo o la pierna suavemente, el niño aprenderá que, en ese instante, tú quieres comunicarte.
- Establece rutinas: por muy pequeño que sea, mantener unos hábitos de situaciones y horarios en el día a día, os tranquilizarán. Tanto a ti como a él.
- Y disfruta: porque es la clave del éxito. Lo que ahora te parece tan complicado no es que no lo sea pero, cuando lo pones en práctica, descubres que puedes conseguirlo y que la comunicación con tu bebé, aunque tenga problemas de audición, se puede hacer realidad.
Estos consejos se recomiendan, especialmente, para los bebés de más corta edad. A medida que crezcan, deberemos adaptar nuestras pautas de comunicación y eso es, precisamente, lo que veremos en próximos artículos. Así, responderemos preguntas como por ejemplo, ¿se puede mantener la enseñanza simultánea de lenguas de signos y oral? Ya te avanzamos que un estudio publicado en 2017 por la Academia Americana de Pediatría a cargo de Ann Geers descubrió que "los niños sin exposición temprana al lenguaje de signos lograron un mejor reconocimiento y uso del habla durante los tres primeros años posteriores al implante".
Adiós a la frustración
¿Recuerdas tu primera sensación al descubrir que tu bebé no podía escuchar? Por aquel entonces, pensabas que sería muy complicado comunicarte con él pero, gracias a consejos como los que te contamos hoy, ya sabes que no es imposible y así es como has reducido tu estrés, tu ansiedad y tu frustración.
Etapas de desarrollo
Empezar la comunicación pronto permite que el bebé pase por todas las etapas. Todo a su tiempo. Después Tras de los primeros meses, llegarán nuevos retos pero para ellos, pero primero deberán haber asimilado lo esencial, todo a su tiempo.
Fomenta tu vínculo con tu bebé
Y además, has mantenido y reforzado tus sentimientos hacia él. Ahora, tanto tu pequeño como tú tenéis todo un mundo por descubrir pero descubrirlo juntos, es lo mejor que os podía pasar.