La cofosis, también conocida como anacusia, es la pérdida total de audición en uno o ambos oídos. Se puede tratar mediante el uso de audífonos o mediante el implante coclear.

La cofosis o anacusia es una enfermedad del oído que provoca la pérdida auditiva total. Sus causas pueden ser diversas; congénitas, es decir, se presentan al nacer o poco después; genéticas, malformaciones en el canal auditivo, problemas durante el embarazo y parto; hereditarias por casos similares en la familia; o como consecuencia de otros trastornos, como por ejemplo, complicaciones en el síndrome de Ménière, infecciones crónicas, exposición continuada a ruidos intensos o obstrucciones en el oído.

Se diagnostica cofosis cuando la pérdida auditiva es superior a 120 dB, a diferencia de la hipoacusia diagnosticada en pérdidas de hasta 70 dB. Puede aparecer en uno o ambos oídos conociéndose entonces como cofosis unilateral o cofosis bilateral, respectivamente.

Cómo tratar la cofosis en adultos

Dependiendo de sus causas y si se trata de una cofosis unilateral o bilateral se recomendará tratarla, o bien, mediante la incorporación de audífonos, o bien, mediante un implante coclear.

El tratamiento mediante el uso de audífonos será la mejor opción en el caso de que la pérdida únicamente se produzca en uno de los dos oídos, el usuario sea adulto y ya tenga las habilidades comunicativas adquiridas o la cofosis sea reversible. Por ejemplo en los casos en los que va asociada a lesiones en el conducto auditivo.

Para diagnosticar el tipo de cofosis y, así, elegir el mejor tratamiento en cada caso, será necesario realizar una audiometría completa.

Anacusia en niños

Por el contrario, en el caso de que la cofosis o anacusia sea congénita y se produzca en niños, la mejor solución será el implante coclear, ya que así, la patología no interferirá en el desarrollo del lenguaje.

Los niños con antecedentes familiares de sordera, problemas durante el embarazo o en el parto que puedan causarles dicha patología, se les incorporará en programas de detección precoz de sordera. De este modo, se evitarán problemas durante el desarrollo del lenguaje oral.

Dicho tratamiento debe implantarse antes de los 2 años, ya que es en este periodo cuando la plasticidad neuronal del bebé es la idónea para que la estimulación auditiva en el cerebro logre los resultados esperados. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) 5 de cada 1000 niños nacidos en España lo hacen con algún problema de audición, y 1 de cada 1000 con sordera profunda.