Antes que nada vamos a clarificar el concepto “Sonotone”. Esta palabra forma parte del vocablo de la calle para referirse a un “audífono” pero la realidad es otra. La palabra “Sonotone” tiene origen en una empresa americana que nació hacia los años 40-50 y es la primera que empezó a comercializar por primera vez los audífonos tradicionales, los que tienen el auricular y se conecta por medio de un cable.

Es una palabra que se extendió socialmente y la gente empezó a usarla para referirse a los audífonos, como ha pasado tantas veces con otras marcas. Las “Bambas” para referirnos a los zapatos para hacer deporte o los “Chupa-Chups” para hablar sobre piruletas son dos ejemplos. 


Con el tiempo, la palabra “audífono” está ganando fuerza y si hablamos de qué término es el correcto, este es el concepto que deberíamos usar siempre.

Hace unos años, casi todos los audífonos eran analógicos, pero ahora el panorama en el mercado ha cambiado mucho y la gran mayoría de audífonos –por no decir todos- son digitales. Y aquí es donde llegamos al punto que nos interesa. Muchas personas confunden los audífonos con los amplificadores, pero son dos dispositivos ¡completamente diferentes!

Ambos aparatos se parecen mucho, pero se diferencian una cosa muy importante: un amplificador no requiere de un audioprotesista para regularlo porque siempre da la misma ganancia, sólo amplifica, y su precio suele ser mucho menor que el de un audífono. Pero ¡cuidado! Si tienes pérdida de audición, dejarse seducir por el bajo coste de un amplificador puede ser perjudicial para tu salud auditiva, porque éstos amplifican sin control por lo que se deberían usar sólo ocasionalmente. Los amplificadores no son dispositivos recomendables para llevar durante varias horas al día... si lo haces estás maltratando el oído porque amplificas los sonidos sin regularlos.

Los audífonos están programados por los audioprotesistas, los profesionales en la salud auditiva… y lo hacen a medida. La amplificación de las frecuencias en los audífonos está controlada, se adaptan al entorno donde estás y al sonido ambiente… de allí que su precio sea un poco más caro. Pero ¡es más seguro para tu salud auditiva!. Para clarificar un poco de qué depende el precio de los audífonos, aquí tienes un post donde te lo explicamos al detalle.

No te lo pienses. Si tienes pérdida de audición y necesitas escuchar bien durante horas, decántate siempre por un audífono. ¡Tus oídos te lo agradecerán!