Hacernos mayores significa seguir aprendiendo cosas cada día, conocer nuevas amistades, o descubrir nuevos rincones del mundo. Significa soñar más para no dejar de ser niños y seguir intentándolo hasta que esos sueños se cumplan. Tal vez hacernos mayores no sea tan negativo excepto cuando la salud se ve afectada. Es precisamente en la vejez cuando aparece la presbiacusia, la pérdida de sensibilidad auditiva relacionada por el paso del tiempo, es decir, por los años.

Causas de la presbiacusia

La razón principal es el deterioro progresivo del oído interno, que dificulta la capacidad de oír frecuencias altas (nos referimos a las que oscilan entre los 2000 y los 8000 herzios).

Sin embargo, la presbiacusia puede ser potenciada por factores externos que inciden directamente sobre el oído.

La excesiva exposición a ambientes muy ruidosos, la diabetes o la ingesta de medicamentos ototóxicos también influye en la presbiacusia.

Síntomas más frecuentes de la presbiacusia

Lo normal es que se empiecen a notar progresivamente y de forma paulatina. Es por ello que a veces no le damos importancia. Sin embargo, la presbiacusia sigue su curso y como consecuencia, las personas que la padecen, se aíslan. Lo más recomendable es que a los primeros síntomas, consultes con un profesional para tomar soluciones. Esos síntomas pueden ser desde zumbidos en el oído, conocidos como acúfenos, sensibilidad extrema frente a los ruidos intensos o dificultad para entender sonidos que contengan letras como la “t” o la “s”.

Por ejemplo, los audífonos

Tras un diagnóstico de presbiacusia, la mejor solución son los audífonos. La elección del modelo dependerá del resultado de la audiometría y de la valoración de tu especialista. A veces, se recomienda llevar a cabo una reeducación auditiva, con foniatras y logopedas que nos ayuden a recuperar la comprensión de la palabra y audición. Finalmente, en los casos más severos si la persona no acaba de ir bien con los audífonos, existe otra alternativa: los implantes auditivos.

En Claso queremos estar a tu lado para que la presbiacusia no afecte a tu calidad de vida. Porque aunque nos hagamos mayores, queremos seguir escuchando buenas noticias.