Hacer un buen mantenimiento de tus audífonos es la mejor manera que tienes de asegurar su buen funcionamiento y de alargar su vida útil. Tu audioprotesista puede ayudarte en esta tarea mediante las revisiones periódicas que debe ofrecerte un buen servicio post-venta pero tú también puedes hacer pequeñas cosas para este menester. Tratar bien tus audífonos, limpiarlos periódicamente y, entre otras cosas más, cambiarle los filtros anticerumen. Por supuesto, tu audiólogo lo hace en cada una de sus revisiones pero eso no quita que tú puedas hacerlo cómodamente en tu casa.

¿Qué es y para qué sirve un filtro anticerumen?

En los audífonos de tipo intrauricular y en los RIC, el auricular del audífono se sitúa en el interior del conducto auditivo. Como todos sabemos, en ese conducto se genera de manera totalmente natural el cerumen, un líquido que sirve para proteger el oído. Resulta muy beneficioso para nuestra salud pero a su vez es uno de los principales enemigos de tus audífonos ya que puede introducirse en el auricular. Para ello, los fabricantes idearon unos pequeños filtros para evitar que esto suceda y que así no se estropeen. Simplemente, funcionan como una barrera en la que el cerumen se acumula.

¿Todos los filtros son iguales?

En el mercado podemos encontrar diferentes tipos de filtros aunque podríamos dividirlos en dos categorías generales:

  • Estándars: existen varios filtros genéricos en el mercado, siendo el más extendido el Cerustop. Esto no quiere decir que se puedan usar en todos los audífonos sino que los usan diferentes fabricantes en distintos modelos de su elección.
  • Diseño propio: por otro lado, muchas marcas también utilizan filtros de diseño propio pensados especialmente para un modelo de audífono en concreto como, por ejemplo, el filtro Cerushield que se usa específicamente para los audífonos Audéo Paradise o Marvel de Phonak.

Para saber cuál es el tipo de filtro que llevan tus audífonos, no tienes más que consultárselo a tu audiólogo. Eso sí, sea cuál sea el tipo, este filtro debe cambiarse periódicamente ya que se acaban taponando con el cerumen y, por lo tanto, evitando que el sonido del auricular se emita como es debido.

¿Cada cuánto debo cambiar los filtros?

Por fin, llegamos al quid de la cuestión. Lo habitual es cambiar este filtro cada dos meses aproximadamente pero, siendo claros, la periodicidad en que se debe cambiar el filtro depende un poco de cada persona. Hay gente que genera mucho más cerumen que otra, o audífonos más aireados que permiten que expulses bastante cerumen de tu oído, o gente que utiliza productos anticerumen para limpiar habitualmente su conducto auditivo… Por lo tanto, lo mejor que puedes hacer es observar cómo es tu caso. Piensa que cuando sea necesario cambiar el filtro lo notarás ya que tendrás la sensación de que el volumen de tu audífono es más bajo e incluso te puede llegar a parecer que no funciona. En ese momento, descubrirás cada cuanto tú debes cambiar el filtro.

En Claso, cambiamos los filtros de tus audífonos en cada revisión que realizamos pero consideramos que debes tener la posibilidad de hacerlo tú mismo ya que no siempre dispones del tiempo necesario para realizar una visita a nuestros centros. Y porque, entroncando con nuestra filosofía, consideramos que debéis sentiros los más independientes y empoderados que sea posible. En Claso, siempre intentamos darte el máximo de herramientas para que te sientas así.