Cuando una persona detecta que tiene problemas de audición suele hacerse siempre la misma pregunta: ¿Dónde debo acudir? ¿Al otorrino o al audiólogo?

Optando por una de las dos opciones sin estar segura de si ha escogido la opción correcta. Por ello, en este artículo intentaremos darte las claves para escoger con la mayor información posible.

El audiólogo es técnico superior en Audiología Protésica y se dedica fundamentalmente a estudiar la pérdida auditiva de las personas para ofrecer la mejor solución correctiva o paliativa en cada caso. Sin embargo, el otorrino, como profesional médico, se dedica a curar o sanar aquellas lesiones en el oído que tienen una solución médica. Detallemos, de manera más concreta, las diferencias y distintas situaciones en las que un paciente puede tener dudas de dónde acudir.

Diferencias entre un otorrino y un audiólogo

Partiendo de la premisa, comentada anteriormente, en la que los otorrinos son médicos que se dedican a diagnosticar lesiones en el oído y que los audiólogos, sencillamente, buscan medidas correctivas para la pérdida de audición. Podríamos decir que un paciente debe acudir al otorrino cuando siente dolor, molestias o si cree que la pérdida puede darse por alteraciones físicas en el oído. En cambio, deberá acudir al audiólogo en caso de que su problema se base únicamente en una pérdida auditiva progresiva. Ya detallamos en el post anterior, las distintas alertas que nos pueden ayudar a intuir una pérdida auditiva.

Veamos situaciones concretas en las que deberemos acudir al otorrino:

  • Pérdida auditiva repentina. Si tu pérdida auditiva ha sido repentina es posible que se deba a un problema concreto en el oído, que deberá diagnosticar el otorrino.
  • Dolor o irritación en el oído.
  • Mareos o vértigos en los que sospechas que el causante es el oído, ya que el órgano del equilibrio se encuentra precisamente en el oído interno.

Aquí podrás ver, con un poco más de detalle, a qué se dedica un otorrinolaringólogo.

Por el contrario, deberás acudir al a un audiólogo en caso de:

  • Sentir que con el paso del tiempo vas perdiendo audición. Lo puedes deducir prestando atención a los síntomas que comentamos en el post anterior
  • Ya estar diagnosticado de Tinnitus, hipoacusia u otra afección donde la única solución son las terapias paliativas mediante el uso de audífonos.

Acompañamiento del audiólogo a los pacientes 

Además de evaluar la pérdida auditiva del paciente y ofrecer la mejor solución según sus necesidades, los audiólogos realizan otra función muy importante. Acompañar al paciente durante su adaptación a la nueva situación en la que se encuentran. No es fácil asumir de hoy para mañana que tienes una pérdida auditiva y que, lo más habitual, es que durante el resto de tu vida necesites ir acompañado siempre de tu audífono para poder llevar una vida completamente normal. A diferencia de las gafas de vista para paliar los problemas visuales, los audífonos todavía no están aceptados suficientemente por la población, lo que provoca una estigmatización negativa de la pérdida auditiva.

Ante esta situación, los audiólogos han adquirido un papel tan importante, como es acompañar al paciente en el conocimiento “sin prejuicios” de su problema, en la aceptación del problema desde una visión positiva y la elección del mejor audífono según sus necesidades.

Ante cualquier duda recuerda que en Claso estaremos encantados de ayudarte y recomendarte la mejor opción según tu caso.